Detalle del Rincón de la diosa en nuestro jardín donde colocamos el 'hoyo ceremonial'
La semana pasada justo antes de los 'días santos' aprovechamos para celebrar juntos con la casa un ritual de reconexión. Primero ordenamos y limpiamos, después despejamos el espacio siguiendo el guión de Karen Kingston en su libro 'Hogar sagrado con feng shui' inspirado en la tradición balinesa. Desde que Esperanza vino a vivir conmigo en julio 2008, teníamos ganas de hacer una celebración así, y por distintos motivos se había ido aplazando.
En este post os compartiremos parte de lo que hicimos y nuestras sensaciones. Comenzamos con tareas de orden y limpieza, que además de aligerar el chi estancado, sirven para que la persona interiorice y se prepare para el ritual. Nosotros dedicamos parte del martes a esta tarea. Solamente el ordenar con cierta profundidad ya es positivo, y hace que uno cambie el estado de ánimo.
La noche del martes dejamos prendida una vela con la mesa-altar ya preparada
Al día siguiente hicimos el despejamiento de la vivienda; consiste en varios recorridos por el perímetro de la misma, después de haberle anunciado mentalmente nuestra intención, desde la puerta principal. Teníamos previamente preparados los objetos ayudantes para el ritual colocados con dedicación sobre la mesa del comedor. El primer recorrido es para conectar con la casa a través del tacto consciente, es como un largo y silencioso abrazo, bien cálido.
Detalle de las ofrendas de frutas y flores junto cristales, hierbas y velas en la mesa-altar
Después hacemos un segundo recorrido aplaudiendo con fuerza para 'desincrustrar' el chi gastado que a menudo se impregna en paredes y esquinas. Consiste en que el sonido de los aplausos se enlace para que la vibración mantenida haga su trabajo yang. El siguiente recorrido se puede hacer con campanas de fina vibración o diapasones y sirve para estabilizar y elevar el chi positivo tras haber despejado el gastado. Nosotros en esta ocasión usamos nuestros dos gongs y fue muy especial como su sonido entra bien adentro. ¡Esperamos que a la casa también le agradara!
Por último con un cuarzo cristal de roca grande y ahumando palo santo -de energía bien dulce- fuimos 'programando' en el lugar nuestras aspiraciones con esta ceremonia de reconexión, además de agradecer a la casa todo lo que nos brinda.
Finalizamos el ritual entregando las ofrendas florales y de frutas a la casa y también al jardín, donde habíamos preparado el hoyo ceremonial. Fumamos juntos nuestra pipa con tabaco y hierbas de nuestro hogar, algo que hacemos en momentos especiales o de fraternidad. Después plantamos dos plantas de flores amarillas (el color del centro y del elemento tierra en feng shui, la energía del diálogo y el hermanamiento entre otras cosas), que colocamos junto a la figura de la diosa, que desde hace tiempo inspira este rincón del jardín.
Finalizamos el ritual entregando las ofrendas florales y de frutas a la casa y también al jardín, donde habíamos preparado el hoyo ceremonial. Fumamos juntos nuestra pipa con tabaco y hierbas de nuestro hogar, algo que hacemos en momentos especiales o de fraternidad. Después plantamos dos plantas de flores amarillas (el color del centro y del elemento tierra en feng shui, la energía del diálogo y el hermanamiento entre otras cosas), que colocamos junto a la figura de la diosa, que desde hace tiempo inspira este rincón del jardín.
Al final de la celebración plantamos juntos 2 plantitas de flores amarillas
al lado del hoyo ceremonial
También hemos decidido repintar el 'escudo' de piedra que está junto a la puerta de la casa de abajo, y para ello hemos elegido un motivo de tradición ancestral como el trisquel o laberinto lunar. En unas semanas lo tendremos preparado para que ilumine nuestra nueva etapa y nuestros proyectos.