Hace unas horas estamos en casa esta mañana ocupados en retomar la remodelación del rincón del comedor, para habilitar un rincón mejor para el trabajo con ordenador. Valoramos los pros y contras de un diseño u otro para el 'mueble' que puede ir en esa esquina, junto a la mesa y la ventana.
Nos recordamos que justo ahí entra la energía del oeste (hijos y creatividad, proyectos y todo lo bueno de la vida que nos da gozo sin enganches..). Como hacer que esa energía de la vida nos nutra y alimente mejor (estamos en la habitación del comedor), que sepamos recibirla, pudiendo integrar en un mismo espacio distintas actividades..
Busco un libro que no encuentro, me encuentra otro a mí.. es un vieja conocida: 'La Medicina de la Tierra' caminos de armonía de los nativoamericanos, hoy tras unos meses dormida de nuevo se despierta y nos arrulla.
Abrimos por una página y leemos:
De Jamie Sams, EL CIELO DE LA NOCHE (9ª LUNA-13)
En la profunda oscuridad
Toco la cara
De la Cúpula de la Medicina llena de estrellas.
El cielo nocturno se me abre,
La Creación fluye por mi cuerpo de mujer.
La luz centelleante de las estrellas baila,
Animando al hombre del interior:
Mis sentidos gritan con viveza.
Estrellas que explotan
Encienden fuegos
Que bordean este camino
De éxtasis, todavía adecuado.
El útero del oscuro cielo atrae,
Al nacimiento silencioso del que
Todavía no ha tomado forma.
Tirándome hacia el profundo Vacío
Sin ningún consuelo ni garantías,
Aprendo a confiar en el eterno proceso.
La belleza de la emergencia es un misterio
Que puedo soportar alegremente
Porque me llevará al hogar.
Sí, realmente es la suma de infinitas experiencias vividas la que nos conduce al hogar. Hemos de dejarnos abrazar por la belleza de cambios sin garantías y aprender a familiarizarnos con el confort del Vacío.
Y claro.. nos cuesta. Nos hemos educado para lo contrario, y sin embargo como nos recuerda Jamie Sams unas páginas antes 'insistir en nuestras dificultades puede debilitar nuestra capacidad para resolverlas. A veces necesitamos cambiar de marcha, recordar tiempos felices o dar un paseo antes de volver a los desafíos de nuestro camino.. los mecanismos mentales cambian el esfuerzo por la relajación. Entonces podemos encontrar el equilibrio, nos sentimos frescos y adoptamos una aproximación diferente a nuestros desafíos'.
Al volver a casa el domingo pasado tras trabajar feng shui con un amigo en su casa, y ambientar el posible trabajo con dos personas que acababa de conocer, volví a caer en lo importante que es.. simplemente cantarle a la vida cada día que estoy disponible para el trabajo, donde ella me reclame, y con sus formas aparentemente extrañas.
Si suelo decir que mi trabajo con las casas y sus gentes es parte de mi misión acá, luego he de ser coherente con ello, aunque las cosas no resulten confortables como yo las imagine.. o simplemente me llamen a dejar atrás ideas o mis maneras de considerar las cosas.
El Tao y el Paganismo respiran y bailan con lo Femenino, el Yin o 'in' aparece en la palabra interiorismo y femineidad. Cuando aspiramos a que nuestro hogar exprese una decoración genuina y bella, primero hemos de embarazarnos nosotros de ella, llegar a ser ella en nuestros actos.. llega un momento que la casa lo siente, y la vida encuentra vía libre para regalarnos lo que nos hace falta de verdad, no lo que la mente cree..
En el comedor nos nutrimos de infinitas maneras, cada una de ellas es una manera y un regalo de estar conectados con la totalidad de la Creación: comer, charlar, juegos de mesa, escribir, ensoñar, tejer.. seamos conscientes de ello, honremos con gozo despierto cada una de estas sendas.
En nuestra casa además el comedor se ubica en el sector noroeste (en el centro de la pared de la fachada, donde en teoría se hubiera puesto la puerta según el feng shui). Así se conecta e significado de la puerta principal como 'boca del chi' o entrada de la vida que nutre a la casa y sus habitantes con la del de la mesa del comedor como lugar continuo de nutrición en comunidad.
Y lo hace con 'aires de trascendencia y esencia' ya que el noroeste es el gran metal, la dirección del cielo (= amigos generosos, viajes, altruismo, mentores y símbolos). desde el comienzo de vivir aquí, siempre nos sentimos a gusto en este rincón.. Ya antes de la reforma, cuando este espacio era un pequeño dormitorio, fue el primer lugar de la casa donde Esperanza y yo descansamos juntos abrazados, cada uno con su trascendencia y su vuelo hacia el cielo de la noche.
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