Hace unos días una amiga me envió un vídeo breve y emotivo de lo que está pasando en Ucrania. La chica de la foto de arriba lo contaba con serenidad al tiempo que reclamaba el derecho de su pueblo a la democracia real. Me hizo recordar cuando con la 'primavera árabe' hace un par de años soplaron fuertes vientos de cambio en el viejo continente. Y, sin embargo, la 'crisis' ucraniana también me transporta al más lejano y doloroso asunto que pasó en los Balcanes en los 90.
Sabemos que las gentes se unen cuando están desesperadas, y entonces son capaces de ir más allá de los umbrales de la comodidad habitual. No tienen apenas que perder, y pueden ganar mucho, cuando menos la dignidad. Por eso, aunque nos sorprenda, a veces la muerte de bastantes personas es un precio en la balanza, y abre la puerta.. pero Ucrania no ha llegado a la 'tierra prometida', tan sólo ha empezado a caminar en su desierto de Sinaí particular. Y lo sabemos.. en los desiertos se pasan calamidades, aunque uno forje el carácter.
En estos momentos, la valentía de todo un pueblo puede caer en saco roto ante el juego político, mentiroso y oportunista de las potencias y su economía 'todolomanipula'. Y nosotros asistir impasibles una vez más a ello. Si sólo optamos por indignarnos y pasar mails o vídeos rápidamente, nuestra alma tan pronto arderá de rabia justa como se dedicará en dos días a otros asuntos opinables. Seremos como el viento frívolo de la playa donde 'turistean' miles de personas olvidando sus miserias y lo que de verdad pasa en la tierra. Necesitamos sentir y también reflexionar con tranquilidad, que estos 'vientos de renovación' nos calen bien adentro, que empapen nuestros huesos. Quizás entonces, tengamos derecho a enarbolar banderas de fraternidad solidaria, y hacer pequeños, importantes gestos para ayudar desde lejos al pueblo ucraniano, y a otros..
Ayer cuando decidí escribir sobre Ucrania, no pude menos que sorprenderme ante la sincronía de que en marzo se acaba de activar la energía feng shui del Viento, lo que penetra suavemente, o lo que es igual, la energía ascendente de las plantas que van creciendo en la medida que desarrollan raíces fuertes.. también el viento nos marca la dirección del sureste.. ¡y que curioso, UCRANIA está al sureste de Europa!!
El sureste positivo nos habla de crecimiento sostenido, saludable y también de abundancia.. los textos feng shui comerciales hablan de esta dirección que propicia la fortuna económica. Y, sin embargo, el viento cuando actúa en desequilibrio, lo arrasa todo, erosiona la tierra nutricia, y destruye lo que encuentra.. así también la gente llevada por su justa indignación, acaba movilizando poderosas fuerzas del inconsciente colectivo. Éstas a menudo tienen vida propia, y se revuelven contra todo, devorando y combustionando, haciendo enloquecer al fuego de la transformación necesaria, y perdiendo la oportunidad de crecer.
Aunque suene fuerte, y lo es, la vida nos trae momentos para parar, para reflexionar si nos estamos 'movilizando' en la dirección e intensidad correctas. La vida sabe, ¡no es moral!, e incluso velando a los muertos podemos encontrar inspiración para sentir lo que estamos viviendo desde un punto de quietud. Cuando la población se transforma en masa iracunda, y los instintos se desatan, la gente se aleja de su heroísmo. El héroe siempre precisa un corazón claro y una mente ecuánime, entre otras cosas para aprovechar las ventanas de oportunidad. Necesitamos volver a detenernos, encender una vela sobre todo en el interior, y pedir por la buena guía.
Volviendo al feng shui, es curioso que enfrente del viento-sureste, en el noroeste, encontramos la energía protectora del Cielo, simbolizada por 'los amigos generosos', que con altruismo pueden ofrecernos una guía, tal cual hace un buen tutor con el niño desorientado que acaba de perder a sus padres.. ¡y que si no le ocurre a una pueblo, al que han cercenado con saña malévola las raíces patrias! Es lo mismo, y este pueblo precisa de guías nuevas, de valores que le muestren como dominar al Viento del cambio para llegar a expresar salud, abundancia y VIDA.
Hace unos momentos, he encendido incienso de mirra y palosanto, plantas de altísima vibración.. he querido así conectarme mejor con el corazón de Gaia, y pedirle inspiración al escribir. He encendido una vela para el pueblo Ucraniano y he colocado una bola terráquea pequeña de cristal en medio de dos grandes cuarzos ahumados -¡luz y oscuridad!-, cual raíces poderosas de la Tierra. He pintado un pequeño corazón radiante sobre el lugar donde ahora aflora tanta tensión en Ucrania.. y deseo que este sencillo gesto viaje lejos, en las alas del hermano Viento, hasta el corazón de esa gente afligida, y les de paz. Lo se, es sólo un gesto..me gustaría que creciera, creciera y se expandiera.
Quiero pensar que incluso los acontecimientos más dolorosos que suceden en nuestro bendito planeta, son necesarias experiencias para que la familia humana pueda dejar atrás por fin actitudes violentas, alienadas y grises. Y pido que cuanto antes este aprendizaje nos devuelva al cálido abrazo materno de Pachamama, y que en su seno maternal podamos encontrar paz, alimento y nuestra verdadera "razón" de ser. Que el azul y amarillo de las banderas ucranianas sean portadoras de la calma mental y de la sabiduría.. para que pronto volvamos a cultivar fértiles campiñas, y dejemos de abrasar las entrañas del planeta con pozos negros, que ennegrecen nuestros corazones.
¡Que así sea, así es y así será!
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