En las últimas décadas hemos contemplado la proliferación de los movimientos de vuelta al campo, y el incremento del interés en muchas personas por nuevos modelos de vivienda cooperativos que vayan más allá de las actuales formulas que propone la sociedad. Son dos de los rasgos más significativos que aparecen en medio de la crisis de valores que subyace a esta etapa final del paradigma racional y capitalista, con el que El Patriarcado ha tratado de reinventarse así mismo para continuar. Nos han querido hacer creer que el llamado 'estado de bienestar' era la solución a nuestros problemas, así como el rumbo para un futuro luminoso. Ya hace tiempo que sabemos que esa propuesta es errónea, y que sólo ha beneficiado a unas élites autoescogidas, a costa de empobrecer a muchas gentes, incrementar la crisis medioambiental y generar un modelo planetario deshumanizador.
Vale! Y ahora qué es lo que queremos hacer ante este panorama? ¿Dónde puede situarse un ciudadano inquieto, creativo y con sed de consciencia y hambre de sostenibilidad? Cada persona es libre de actuar desde sus principios para contribuir a perpetuar el orden social dominante, combatirlo o tratar de transformarlo desde adentro. Esta tercera postura es la que más me encaja. Como el agua, portadora de la vida, capaz de erosionar montañas, cuando las personas decidimos asociarnos y llevamos hacia adelante un proyecto comunitario en favor de las gentes y las tierras, podemos ciertamente llegar lejos. Tenemos motivación, ilusión, habilidades, recursos materiales.. ¿es suficiente para alcanzar el éxito?
La vida progresa desde siempre en la Tierra desde un equilibrio entre lo femenino y lo masculino, el hacer y el ser, el pensar y el sentir, etc. Cuando queremos hermanar consciencia masculina y sostenibilidad femenina, hemos de reconocer que necesitamos hacerlo antes de la fase de construir proyectos tangibles y visibles al exterior. Así como nuestra madre se embaraza de vida y se recoge durante meses para que la semilla crezca con salud, también durante este tiempo la mujer va 'acariciando' el sueño interno del futuro bebé, y de la amorosa relación que les unirá. Ella anhela, al tiempo que 'visiona' esa realidad,.. o sería bueno que lo hiciera. Igualmente, las personas y los grupos hemos de aprender a diseñar desde la VISIÓN, para dar a luz hábitats sostenibles y abundantes.
Sí, queremos contribuir al cambio positivo. Sí, queremos y necesitamos hacerlo ya colectivamente.. ¿Por qué entonces parece costarnos tanto? y ¿Por qué los humanos arrastramos a menudo el lastre de 'fracasos' pasados?, si sólo fueron aprendizajes siempre positivos donde pulimos habilidades a través de encuentros agradables o incómodos. Una aportación a estas preguntas, que suelen suscitar angustia es retomar prácticas ancestrales que nos fortalecen.
Una de ellas, la búsqueda de visiones, es el retiro en soledad y ayuno durante unos días, en medio de la naturaleza, y para afrontar nuestros miedos. Durante generaciones ha formado parte del rito de paso, que en numerosos pueblos los muchachxs experimentaban en su paso a la edad adulta. El paisaje externo parece querer absorbernos por completo, y esta fusión hace posible que entremos al espacio interno de nuestro corazón. Con el no hacer, el silencio y el ayuno en soledad, la mente se para.. y enontramos lo que es.. adentro y afuera.
La experiencia resulta fortalecedora y nos ilumina, recibamos una visión espiritual, o la certeza de tomar decisiones para un rumbo nuevo en nuestra vida. Esto último fue lo que experimenté hace 11 años en mi búsqueda de visiones, y puedo afirmar que, a partir de entonces, mi vida se fue encauzando y las relaciones fluyeron.. conocí a Oriol, mi hijo, cerré una relación de pareja con agradecimiento y empecé a cuidar las amistades para que duraran,.. y a partir de entonces cada vez más he ido sintiendo como la vida me bendecía.
Algo bien importante para incorporar la visión en nuestra vida, cuando trabajamos gozosamene juntos, es 'mirar las huellas', honrar las experiencias vividas y lo mucho aprendido. Para ello, estemos en el presente y practiquemos la atención mental en lo que hacemos en cada momento, de manera que la mente no nos atrape queriendo 'ver' la felicidad en lo que está por venir. Esto facilita evitar reproches y exigencias al otro (y a una misma), al tiempo que reconocer para que está este momento, sin empeñarse a conseguir algo, cueste lo que cueste. Desde el presente, todo encuentro al otro es un regalo. Y si hay regalo-presente, hay gozo, que es la puerta a la unidad.
Reconozcámoslo: ¡RECONOZCÁMOSNOS! Los mayas dicen: 'In Lakesh'.. si experimentamos unidad, todo está bien.. por eso también necesitamos retomar el acercarnos con contacto para cuidarnos mejor unas a otros. Para ello, que mejor que.. jugar, corretear y reir, sí reir mucho juntxs. Así, cuando la mente nos ponga la zancadilla de la separación o el miedo, podremos bailar con ella y salir del paso más que airosos con alegría llena de colores vistosos y sonidos sanadores.
Para acabar este artículo, conscienciemos ya! que nos estamos re-evolucionando, y que, aunque nuestra mente se empeñe en negarlo, el corazón nos CANTA que ya están emergiendo por todas partes comunidades y círculos de hermandad alegre. Hagamos un guiño a la vida, y aflojemos la cuota de tensión que a cada cual le toque soltar.
Echando mano a una frase que tengo por ahí:
'La Esperanza es el sueño del humano despierto: visiona tu vida con lucidez'.
Os quiero..seguimos circulando!
Después de releer el artículo, con lo que ha pasado en estas breves semanas, me enfoco desde el corazón porque dentro de un rato Miguel y yo acudimos junto a nuestrxs hermanxs de Raíz, en casavieja (ávila), para compartir un espacio esta tarde entorno a la visión colectiva. Desdel el 21 diciembre pasado, ya es más fácil experimentar el estado de unicidad que nos va a conducir a experiencias comunitarias gozosas. La visión saca lo mejor de la mente nuestra, para que el corazón pueda cantar.. y siempre que le dejan, el corazón entona hermosas canciones, de AMOR. Nos vemos!
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