viernes, 1 de febrero de 2013

La práctica del Vaciado en feng Shui: Limpiezas en primavera



     Cuando hablamos de la salud de los lugares que habitamos, hemos de aceptar que 'para atraer experiencias buenas en nuestra vida, primero hay que dejar partir lo que nos sobra'. En mi experiencia, el camino más rápido para armonizar las casas y nuestras vidas con este arte ancestral, pasa por asumir el 'camino lento'. Esto incluye mucha dosis de orden y limpieza, sobre todo del primero.
     Dejarme que lo aclare en unas líneas. Cuando nosotros afirmamos que el feng shui nos ayuda a actualizar nuestra vida y vivir en el presente, para desde éste recibir salud y bendiciones, estamos hablando de cerrar vivencias pasadas -a menudo inconclusas- que operan sobre nosotros como pesado lastre. Realmente, hasta que no lo probamos, no nos damos cuenta de como solemos complicarnos la vida llevando el pasado a cuestas. A este proceso nuclear, que, según mi experiencia, es recomendable hacer antes de pasar al uso de técnicas armonizadoras o potenciadoras del espacio, se le denomina 'vaciado' de un lugar. Y tiene que ver mucho con poder adoptar una adecuada actitud ('ligera de equipaje') para un buen camino en la vida.

 
 


         Cuando recibimos un masaje, las tensiones tienden a irse mejor si aprendemos a soltar, dejando partir cargas de todo tipo con cada exhalación. Como dijo hace años un sanador que conocí: "lo único que hemos de hacer es no estorbar", o lo que es igual, aprender a quitarnos de enmedio para que la vida siga fluyendo. Ese apartarnos lo refiero a creencias limitantes y sentimientos de inadecuación personal que no dejan que estemos conscientemente en el presente. 'Vaciarnos' es aprender a no acumular cargas, ya sean experiencias, conversaciones perndientes o relaciones pasadas que ya desparecieron de nuestra vida actual. Si permitimos de forma habitual que el recuerdo de la mente traiga con fuerza el pasado al momento del ahora, esto dificulta notablemente la alegría de vivir y la consecución de nuestras aspiraciones.
     Pues esto que hablamos a nivel psicoemocional, con el manejo de los espacios que habitamos ocurre igual, ya que estos continuamente 'hablan' de como somos. Si nuestra casa se ha quedado anclada en el momento de la boda o del nacimiento del primer hijo, o si hemos ido demorando nuestros deseos de renovar habitaciones o de plasmar rincones en el hogar para vivir experiencias que necesitábamos, la casa se va vaciando (en este caso negativamente) de vitalidad y se recarga de lo contrario en forma de estancamientos (como exceso de cosas no usadas) o bloqueos (puertas que no abren apenas o muebles que dificultan el paso). Es cuestión de tiempo, que las personas se sientan 'desarraigadas' y sin poder sentir la seguridad y el confort que pedimos a todo hogar que se precie.


 
 
        Estos momentos del año, al comienzo de la primavera china (más acorde a las relaciones naturales de equilibrio entre las fuerzas del día y la noche), son una buena oportunidad para realizar limpiezas a fondo de partes de la casa. Estas acciones de saneamiento nos ayudan a sintonizarnos con la energía de renacimiento solar en la naturaleza. Este tiempo extra que dedicamos a limpiar y a ordenar no sólo mejora el chi vital de nuestro hogar, sino que favorece nuestros propósitos de 'renacer' y revitalizar nuestra bioenergía personal.
     Cuando intencionadamente y con una actitud positiva, empleamos estas horas para reconectarnos con el espacio en que vivimos, salimos fortalecidos. Es también un espacio 'meditativo' que permite a la que ordenamos nuestros enseres, que se vayan 'colocando' asuntos internos. No hace falta que estemos analizando alguna cuestión problemática en particular. En el caso de que nos vengan pensamiento o sentimientos de algún tema, ponemos presencia en nuestra tarea física de orden y limpieza, al tiempo que observamos 'lo que está emergiendo', lo recibimos y más que buscar una solución o dar una respuesta inmediata, tratamos de sentirlo con intensidad sin tensión. Esta surge sola cuando estamos ahí, presentes y aceptando lo que la vida nos trae. Si es oportuno hacer algo a corto plazo, también lo sentiremos y experimentaremos la certeza de que dirección concreta tomar. 
     No hay que agobiarse porque una tarea de orden quede semiacabada después de una o dos sesiones. Vivamos el intervalo hasta retomar el vaciado con serenidad, y aceptando que esa parte de nuestro espacio externo esté un tiempo 'en transición'. De igual manera, por dentro, estaremos viviendo una muda cual serpiente, para renovarnos y actualizarnos, ¡todo un regalo! Sin embargo, seamos conscientes si el plazo se demora, y pasan los días sin que cerremos el trabajo de orden. Esto es diferente, y puede que se deba a que se abierto una laguna o herida, que nos cuesta asumir.
     Para facilitar lo que sigue, cuando se sabe algo más del arte feng shui, ayuda por ejemplo hacer pequeños cambios en diferentes habitaciones a la vez, por ejemplo en la sala de estar y en el dormitorio. Se pueden coger los mismos rincones que den a la misma dirección cardinal en dichos espacios, de manera que un trabajo de vaciado y orden refuerza al otro, complementándolo. Y también, la persona puede sentir la necesidad de recibir apoyos externos, bien de amistades o un apoyo terapeútico profesional en la línea que uno eliga. Para estas ocasiones, a mí me gusta recomendar la práctica de la Técnica Metamórfica (ver artículos en esa sección del blog) o un viajecito de fin de semana de regalo a uno mismo -sólo o acompañado según se desee-, que puede ayudarnos a tomar perspectiva de nuestro espacio habitual, así como la 'distancia emocional' adecuada para llegar a asumir 'eso que nos cuesta', sea lo que sea.
 

   La Naturaleza, nuestra madre, sabe bien que un retiro entre sus brazos, ayuda a soltar estrés, y a encontrar el punto de quietud mental y emocional necesario para afrontar los 'días de muda de serpiente'. Por ello, si te encuentras en una situación similar, sal a caminar entre montes o en la playa, y déjate inundar por brisas frescas que se lleven tus sobrantes, y permite que las fuerzas vivas del paisaje hagan su trabajo. Saldrás renovado, y podrás enfocarte de forma decidida y fluida en tus retos. Cuando vuelvas a casa, la perspectiva que nos da los días pasados fuera de ella, facilita un acercamiento al espacio sencillo y desde el momento presente. Te animo a que lo pruebes. Esta primavera deja que la vida te vacie de cargas antiguas, y sorprendete con nuevas experiencias, gozosas y divertidas. Te envío un abrazo fresco y primaveral.
 
 
 
 
 





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