Ahora que ya entramos en primavera, es oportuno ocuparnos de criterios feng shui para la sala de estar. Esta suele ser la habitación más grande de la casa, y la que primero solemos compartir con personas que llegan a casa. También es el espacio por excelencia para entretenerse o charlar con desenfado.
Esta habitación se organiza en torno a unos cómodos sillones donde estar relajados, leyendo, escuchando música o conversando. Las mejores posiciones para el feng shui son aquellos sitios, desde los que poder contemplar la puerta, así como sentirse resguardado. Las ventanas amplias favorecen la luz natural y el contacto con vistas agradables. Si son excesivamente grandes y numerosas, pueden influir en que los habitantes de un hogar tengan tendencia de estar fuera de casa y vivir en función de las demandas sociales.
La decoración que elegimos para este espacio de la casa habla mucho de nuestro sistema de valores. De las cosas que nos gustan o que resultan importantes en nuestra vida. Es bueno que plasmemos nuestra creatividad con objetos hecho por nosotros que embellezcan el espacio. En la sala de estar también damos cabida a la naturaleza, mediante objetos que cogemos en paseos por el bosque o viajes al mar o a la montaña. Así la energía de la vida también irradia nuestra morada y la vigoriza.
Una de las cosas mejores para introducir las fuerzas de la naturaleza es cuidar plantas. Si la sala de estar tiene bastante luz natural, podemos mantener varias de ellas que crezcan sanas. La energía del elemento madera se hará manifiesto con ellas y nos ayudará en la conexión con el saludable mundo vegetal. Además, su aspecto ligero ayuda a contrastar de forma armoniosa con el carácter más pesado de los muebles, o los libros de aspecto más inerte.
La sala de estar es la habitación donde las personas que vivimos juntas en casa podemos compartir nuestros intereses, como ver una entretenida película, compartir divertidos juegos de mesa o interactuar en medio de un estupendo círculo de sonido. Cuando este espacio contiene una chimenea, también se presta a ser un buen lugar para meditar junto al fuego, bien inspirador, o para darse un masaje, ¡muy placentero!
Esta característica de espacio común de la casa, requiere que seamos más cuidadosos con los objetos personales, así con mantener nuestro desorden a raya. Puntualmente no importa, pero si se hace hábito, resulta en una 'invasión' del espacio familiar colectivo, y puede ser fuente de tensión en las relaciones hogareñas.
A menudo, la resolución del diseño de la sala de estar, la une con el espacio del comedor (ya hablaremos de éste en un próximo artículo). Cuando esto favorece el uso de ambas estancias, sin que uno se coma al otro, resulta positivo. La presencia de menos tabiques que separan, contribuye a una vivencia del espacio más integradora. Esto es agradable y refuerza la unidad.
En las habitaciones más grandes como el salón, las alfombras ayudan a crear unidad, al tiempo que calidez. Las luces también resultan de importancia, y hemos de combinar luces ambiente suaves, con otras que den una luz intensa cuando se requiera.
La elección de los colores es muy personal, si bien la sala de estar pide un ambiente alegre y desenfadado, donde la gama de colores calientes se presta mejor a este fin. Con todo, al cabo de un tiempo, si no te agrada, prueba a cambiar el color de una pared o pinta toda la sala de nuevo. ¡Esta primavera renueva tu vida, y dale otro aire pintando el salón con colores que te inspiren y llenen de vida!
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