Detalle de haya autopurpúrea con caléndulas, iris y acolchado de podas en los huecos
"Más o menos los jardines se basan en el mismo principio que los bosques, puesto que el conjunto se compone de distintos estratos. Al crear un diseño de plantación, nos apartamos de la horizontalidad e introducimos algo que aporta volumen o altura, algo que nos hace levantar la vista, lo que concede un cierto grado de sorpresa. En cuanto contemos con altura, habrá zonas que se verán afectadas de inmediato y, al menos en parte, quedarán a la sombra. Esto le ofrece la oportunidad de crear efectos con múltiples capas, no sólo para añadir interés a las zonas que hay debajo sino también para proporcionar un 'edredón' protector al suelo.
En la naturaleza, el suelo rara vez está desnudo: de ser así, sería erosionado por los vientos y la lluvia, que se llevarían el contenido esencial en humus y golpearían la superficie, despojándola de sus valiosos nutrientes. en cambio, generalmente la tierra está colonizada por una comunidad homogénea de plantas que crecen a ras de suelo, las cuales le ayudan a conservar sus nutrientes. A ser posible, tiene que intentar que el suelo de su jardín no esté al descubierto: después de todo, el suelo desnudo sólo sirve como reserva de malas hierbas, lo que significa más trabajo para un jardinero que sabe valorar su tiempo."
El jardín, paisaje y diseño (pag 142) Conran y Pearson, ed Blume
Cuando hace unas semanas leí estos párrafos, me sorprendió que un libro de jardinería convencional contara en unas líneas varios principios básicos de jardinería natural sostenible. También hizo que me acordara de la maravillosa lectura del inglés Robert Hart y su jardín de bosque (Forest Garden) en base a 7 estratos: raíces, tapizantes, herbáceas, arbustivas, árbolillos, grandes árboles y enredaderas. Sin llegar todavía a tanto, en el espacio pequeño del jardín de nuestro hogar ya vamos consiguiendo pequeñas subcomunidades de plantas en altura. En las siguientes fotos de esta primavera 2013, podemos apreciar algunos detalles interesantes que se deducen del texto que encabeza este post.
Si consideramos al compostero un rincón bien importante de nuestro jardín, aquí ya aprendemos a valorar bien que la tierra quede cubierta con capas hierba y broza o paja, en capas mezcladas con los restos de alimentos de la cocina. Junto al montón de compost, podemos poner plantas útiles como lavanda o capuchina para ahuyentar hormigas, y también consuelda (en la foto de arriba, recien trasplantadas) para proveer al compost con minerales interesantes.
En esta transición que significa una nueva tierra fértil fabricándose, a menudo germinan semillas de calabaza o patatas, que cultivaremos espontáneamente, salvo que dificulten el manejo del compostero.
En esta transición que significa una nueva tierra fértil fabricándose, a menudo germinan semillas de calabaza o patatas, que cultivaremos espontáneamente, salvo que dificulten el manejo del compostero.
Este otro rincón nos muestra dos rosales adosados a la alambrada de la parcela con una photinia arbustiva, lirios herbáceas y caléndulas anuales. Entre las caléndulas aparecen dos matas de clavelinas blancas, y según avance el verano el amor de hombre tapizará parte del suelo, y alguna ipomea trepadora se enredará entre los arbustos.
Delante de este conjunto la transición continúa sin ruptura hacia la zona de desborde del estanque, y plantas del área pantanosa (ver artículos de mayo sobre la reforma del estanque).
En la foto de abajo, en una zona más sombreada del jardín bajo un madroño de más de 20 años, hemos plantado varias fresas, que conviven con la aromática melisa limón y alguna margarita; esta primavera hemos añadido un frambueso, que esperamos se adapte bien. Todas ellas son plantas tapizantes o de crecimiento expansivo que tienden a llenar cualquier hueco, de manera que se regulan entre sí. Por este rincón se accede a un pequeño espacio circular ajardinado, con laureles, madroños, alguna lavanda, una celinda y una budleya.
Delante de este conjunto la transición continúa sin ruptura hacia la zona de desborde del estanque, y plantas del área pantanosa (ver artículos de mayo sobre la reforma del estanque).
En la foto de abajo, en una zona más sombreada del jardín bajo un madroño de más de 20 años, hemos plantado varias fresas, que conviven con la aromática melisa limón y alguna margarita; esta primavera hemos añadido un frambueso, que esperamos se adapte bien. Todas ellas son plantas tapizantes o de crecimiento expansivo que tienden a llenar cualquier hueco, de manera que se regulan entre sí. Por este rincón se accede a un pequeño espacio circular ajardinado, con laureles, madroños, alguna lavanda, una celinda y una budleya.
Cuando hablamos de 'efecto de borde' nos referimos a una aplicación del diseño ecológico, que nos recuerda como en la naturaleza, el espacio de transición entre dos biotopos (pradera y bosque o prado y arroyo) siempre es más rico en flora y fauna que los otros dos. Incluso se dan especies originales que no existen en los otros.
Con esta premisa podemos concebir los estratos en altura de un jardín para disponer plantas con diferentes utilidades y productos. Un ejemplo claro es el de 'la trampa solar' un conjunto escalonado de diferentes plantas, orientado hacia el sur, que capta de manera eficiente la energía de calor al tiempo que protege de los vientos o corrientes frías del norte. En medio de este espacio, se pueden colocar cultivos o construcciones, que estarán más protegidos, y donde la temperatura será más elevada.
Detalle del jardín del este: groselleros blancos entre lirios, caléndulas y un lilo blanco
Milenramas y caléndulas entre aromáticas y arbustos, y al pie de un Ginko biloba,
forman un denso tapiz vegetal que protege el suelo
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