El mundo de la aromaterapia nos abre saludables puertas para ocuparnos de nuestras emociones. Diariamente hay numerosas situaciones que nos tensan y preocupan. Cuando las tensiones se quedan, porque no sabemos soltarlas, nuestro sistema inmunitario se ve afectado. Es fácil entonces que somatizemos enfermedades físicas, sin percatarnos de cual es su origen.
La práctica con los aceites esenciales dentro de los cuidados preventivos de la salud es agradable y sencilla. Se trata en especial de incluir en nuestro estilo de vida una higiene del ámbito emocional, bien necesaria. A través de masajes, de ambientadores del hogar y del uso de cosmética natural, encontramos vías para beneficiarnos de momentos de relax, confort y placer sensorial.
Como nuestro organismo es mayoritariamente agua y líquidos, responde bien a los remedios naturales que tienen esta base. Un aspecto importante de cara a la salud, es que usemos productos de calidad certificada, preferiblemente ecológica. Así apoyamos al medio ambiente y también cuidamos nuestro cuerpo. Los aceites esenciales naturales son un alimento sutil que captamos a través de los pulmones y de nuestra piel.
El mundo de los aceites esenciales es diverso y está pleno de posibilidades aromáticas. Hacemos que la naturaleza entre en nuestro hogar y en nosotros, para inspirarnos y para relajarnos. A menudo cuando los usamos, en especial en cosmética natural, los mezclamos con aceites vegetales. Ambos, son buenos compañeros de viaje, como nos recuerda Enrique Sanz Bascuñana : "..porque sirven para hacer menos agresivos aquellos aceites esenciales que en estado puro pueden irritar la piel, porque son excelente base para las maniobras de masaje que suelen acompañar muchos tratamientos y porque, en general, ayudan y aportan infinidad de beneficios a la piel que los recibe."
El viaje a través de los aromas de los aceites esenciales nos descubre tonos muy diferentes: está la suave y relajante lavanda, junto a los refrescantes cítricos como naranja, limón o pomelo entre otros. Hay aceites como el árbol del té o el pino que limpian el espacio que habitamos, llenándolo de naturaleza. Similarmente, hay aromas amaderados como el del cedro o enebro que nos transportan a bosques silvestres. El grupo de los picantes como la pimienta, canela y clavo nos sugiere ambientes sensuales y sensaciones intensas, no ajenas a veces al ambiente de las cocinas. En fin, todo un mundo de matices y contrastes apasionantes que te animamos a encontrar.
Por otro lado, la experiencia con los aceites esenciales nos ofrece posibilidades terapeúticas de la mano de masajes y otras técnicas como el reiki, que podemos acompañar con ambientación de aromas así como empleo de cristales. En estos casos, cuando nos relajamos en la camilla y paramos la mente, los aceites esenciales nos permiten evocar poderosas sensaciones interiores. Existen conexiones neuronales profundas a través de los olores, y nuestro ámbito piscoafectivo se puede beneficiar de ellas. Cada uno ha de ir explorando para llegar a sentir que aromas son los más oportunos acordes a la situación vital que estamos pasando.
¿Prefieres los aromas herbales del 'despejante' romero o la especida albahaca que te devuelven a espacios de tu niñez en el campo? O, por otra parte, ¿te inspiran más evocadoras fragancias sutiles como el 'elevado' incienso o la universal rosa? Y qué decir de aromas sensuales como el ylang-ylang, cuya dulzura parece querer desatar nudos de nuestro cuerpo emcocional. En mi caso, a medida que profundizo en esta pasion por los aceites esenciales descubro nuevas amistades: bergamota tímida y profunda pero animada, azahar sugerente y alegre, vetiver terroso que parece surgir húmedo de lo profundo de la tierra, y tantos otros..
En próximos artículos iremos desgranando con más detalle propiedades y usos de aceites esenciales, unos conocidos y otros menos populares, y también bien valiosos. Mientras tanto, te animamos a que acerques tu nariz aventurera y te conectes con este infinito mundo de posibilidades, sensaciones y sueños de olor.
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