viernes, 8 de febrero de 2013

Tendiendo Puentes: Disfrutando la aventura de compartir proyectos colectivos.

    

    En un anterior artículo, os comentaba sobre la necesidad de incorporar la 'visión' en nuestros proyectos colectivos para favorecer la sostenibilidad en nuestros proyectos y acciones a favor de la gente y del planeta. Cuando nos encontramos con gente afin, y nos sentimos a gusto y reconocidos, nos entran ganas de compartir sueños con esas personas. ¡Es el momento de trabajar juntos, y ponerse manos a la obra! Sólo que por el camino descubrimos, a veces de forma dulce y otras amarga, que 'la obra' somos nosotros mismos.


      Cuando nos 'rozamos' lo suficiente para ser capaces de plasmar los cimientos del proyecto colectivo, puede pasar bien pronto que descubramos ciertas dificultades. Hablando metafóricamente, puede haber exceso de humedad o fallas en el terreno, posibilidad de corrimiento de tierras, o toda clase de problemas que demoren el avance. En cualquier caso, el trabajo está ahí, y el desafío consiste en aceptar lo que está ocurriendo ahora. Porque al hacerlo, nos encontramos con una parte de nosotros, que necesitamos reconocer, y luego seguir lo mejor que se pueda. A lo mejor con menos entusiasmo que al principio, y sin embargo tratando de dejar de lado los reproches hacia nosotros y hacia los demás.


    Parte del trabajo con la visión colectiva, consiste en sencillos ejercicios mentales para hacer visible los puntos en común que compartimos desde este instante. Lo que se queda fuera, lo observamos y tal vez en el futuro llegue a compartirse. Ahora nos enfocamos en 'hacer piña' a partir de los temas que respiran armonía, y desde ahí construimos nuestras 'señas de identidad' cual timón que hará avanzar la nave hacia adelante.


     Cuando surge un aspecto en la convivencia o en la toma de decisiones donde nos atascamos, lo recibimos, y asumimos que hay potencial de crecimiento. Cada 'nudo' que se presenta es una oportunidad para soltar lastre mental, y ganar en flexibilidad, tolerancia e integración. Hacer estos avances en las fases de diseño de un proyecto, a modo de experiencia piloto, puede evitar costos elevados posteriores. Y, sin embargo, la vida muchas veces nos sorprende poniéndonos las pruebas en situaciones 'menos ideales', pero que son las que necesitamos para crecer.
    Todo lo que suavicemos y ganemos en cohesión durante la fase de generar juntos la visión colectiva de un proyecto, bienvenido sea. En la práctica, nos estaremos entrenando para los desafíos más sabrosos que sólo llegarán cuando hayamos crecido lo suficiente para atrevernos a recibirlos. Lo bueno es que, para entonces, la 'mente grupal' y los egos individuales ya estarán algo rodados, y si la visión grupal se ha construido desde el corazón, todos saldremos reforzados con estas pruebas.
     Comprobaremos que el arte de vivir es el arte de cambiar momento a momento, y que hay tantas creencias que cuestionar y expectativas que abandonar. Con todo, iremos viviendo momentos bien lindos, y nos gratificaremos por lo hermoso de la aventura compartida. Avanzando más allá de la 'zona de confort' habitual donde se acomodan la mayoría de las personas, dialogaremos con la vida de tú a tú, con frescura y hasta con descaro. Cada experiencia nos irá puliendo, para que vayamos dejando de lado exigencias y perfeccionismos, hasta llegar un día que apreciaremos todo el trecho recorrido.
    Entonces podremos compartir juntos la carcajada por sentirnos ligeros y cercanos, bendecidos por ratos de sol y nubes, sin miedo a las tormentas, y siempre dispuestos a cabalgar por coloridos arcoiris, que crearemos juntos. ..y la aventura continuará.

 


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