Recordemos aquí que la práctica del feng shui intuitivo, como he comentado a menudo, requiere un previo aprendizaje, o mejor dicho desaprendizaje. Me refiero a la necesidad de que cada persona sea capaz de 'resentir' los lugares (ver primer artículo en este blog), desarrollando una percepción global y activa de los entornos.
Este desaprendizaje da valor al propio individuo como principal factor o agente activo en un proceso determinado de armonización espacial. De acuerdo que la ayuda de un técnico externo a la unidad familiar nos proporciona a todos la perspectiva objetiva y panorámica que necesitamos. Este es el paso previo para facilitar el reconocer qué pautas de vida son ineficaces en nuestra relación con los espacios, antes de llegar a sentir que cambios hemos de incorporar.
En mi experiencia, la ciencia del feng shui es tan amplia como la vida. Considero de especial importancia los ámbitos de cómo vinculan las personas con un lugar. Así como también si la decoración/diseño y el uso de los distintos espacios de una casa están expresando satisfactoriamente las aspiraciones de las personas.
Otros profesionales se centran con éxito en estudios armonizadores globales de la vivienda o lugar de trabajo. Mi opción prefiere centrarse en aquellas partes de la casa que, en el momento de mi visita profesional, están siendo potencialmente relevantes. De esta manera, al profundizar en esos 'puntos irritados' del lugar, la toma de consciencia favorece una mayor implicación de cada persona en su gestión activa del hogar. Se trata que, gradualmente, la persona se sensibilice y llegue a percibir que el mapa de su espacio personal se corresponde tanto con su espacio interno de su 'ser persona' (consciente + inconsciente) como con su mundo externo relacional.
Veamos esto con algo de más detalle. Primero, cuando tomamos el espacio llamado 'hogar' o 'trabajo' como metáfora de uno mismo, echamos mano a las correspondencias que el espacio diseñado tiene con el cuerpo humano. Así la parte de acceso a la vivienda (de la puerta hacia el interior) recuerda la cabeza con la boca-nariz que alimenta al cuerpo. Por eso la puerta principal se constituye en un punto estratégico para valorar la calidad del flujo vital que entra en el espacio personal/familiar.
La parte central o 'torax de la casa' ha de posibilitar que ésta respire y se comunique adecuadamente; de ahí que las habitaciones de la sala estar, comedor y cocina han de estar bien integradas entre sí, y satisfaciendo las distintas necesidades principales de sus habitantes.
Esta parte media ha de propiciar que el flujo vital se adentre hacia las partes profundas de la casa, que incluyen otras plantas en caso de casas con varios pisos. La zona de 'abdomen' es la parte del espacio que almacena vida y también la que recicla desechos: tenemos las habitaciones de los baños, para expulsar desechos y reciclar emociones, así como los dormitorios para descansar y experimentar intimidad a diferentes niveles, afectivo, creativo, trascendente.
Resumiendo, los 'hitos' del cuerpo-casa son puerta principal, fogones en cocina, mesa comedor, pasillo interno y camas. Si una familia disponde de un 'rincón especial', también llamado altar o foco energético, este punto es importante también, al igual que si hay chimenea.
Para ayudar a que el cliente consciencie su mundo relacional externo, me apoyo principalmente en observar las correspondencias de los puntos de la casa tratados como relevantes con el 'Mapa Pa-Kua' feng shui que tiene en cuenta el tipo de flujo vital que recoge la casa a través de cada dirección cardinal específica.
Dos consideraciones respecto a esto. Por un lado, observo que se trivializó bastante en muchos casos con la suposición de que valía, por ejemplo, con colocar un fuente en el área sureste del viento(=bendiciones fortuna) para relanzar los ingresos económicos. Si bien es cierto que hay una lógica de por qué hacer esto, es más importante el reconocer que primero hace falta asumir temas de orden y limpieza (y no sólo físicamente) con el fin de 'actualizar' la relación habitante-casa, de manera que entonces los elementos reguladores, como una fuente o una bola facetada, puedan trabajar moviendo la energía o estabilizándola según lo que se requiera.
Por otro lado, al no profundizar en esta correspondencia de cada sector cardinal con un área de la vida, muchos practicantes se quedan sólo con el mensaje del logro externo. Volviendo al ejemplo anterior, la mejora de los ingresos económicos instalando una fuente en el sector sureste de la casa o de una habitación donde se genere actividad profesional, requiere tratar antes los temas de autoestima, buenos hábitos de salud y cuidado personal que se corrseponden con el área del sureste, o pequeña madera. La intencionalidad de para qué queremos mejorar nuestros ingresos, ha de armonizarse con nuestro estilo de vida, para que éste posibilite que nuestro potencial se traduzca también en mejores finanzas, además de mayor vitalidad en otros aspectos.
Como cierre de este artículo, uno de los objetivos al practicar feng shui para armonizar nuestros espacios, es que nuestra vida se vaya equilibrando, de manera que los puntos fuertes o éxitos en unas áreas de la rueda de la vida puedan nutrir y fortalecer a otras débiles o apenas sin desarrollar. Estas es una de las claves para la buena práctica de este arte milenario.
Sirva como sugerencia la que nos da Jose Manuel Chica (De 'El Taller del Hábitat'), de seguir durante un año observando y reconociendo los distintos flujos energéticos de las direcciones cardinales. Notar con que habitaciones de la casa se corresponden, y lo que vamos encontrando en ellas de como vivimos; también lo que necesitamos transformar para ir de acuerdo con la naturaleza, sabia y sanadora.
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